Permite crear productos personalizados que buscan generar emoción en la persona que lo reciba. Se comunican como un interlocutor, con quien establecer un diálogo, que supere la categoría de un simple consumidor.
Hablamos desde la complicidad. Por eso los productos pueden ser reciclables y compostables; porque esta es la matriz y premisa de todo nuestro hacer: ser cuidadosos en la utilización de tintas y procesos que sean respetuosos con el medio ambiente.